miércoles, 26 de septiembre de 2012

2º DE BACHILLERATO: TIPOS DE TEXTOS





La variedad de textos es probablemente inagotable, pero sí es posible presentar una tipología que dé cuenta de la mayoría de los textos existentes. El cuadro siguiente presenta una panorámica de los tipos de textos más comunes y de los aspectos más significativos de cada uno de ellos. Hay que tener cuenta de que muchas veces los textos no son puros, sino híbridos porque reúnen características de distintos tipos.



Es importante destacar que cada tipo de texto está representado por modelos muy distintos. Así los textos argumentativos pueden cubrir una abanico muy extenso, desde un simple texto publicitario hasta un sesudo ensayo, y un texto narrativo puede ir desde una serie de viñetas  de un cómic hasta el "Quijote".

Tipos de textos


Tipos
-------------
aspectos 
Descriptivosnarrativos conversacionalesinstructivos predictivos explicativos argumentativosretóricos
1. Intención comunicativa

Evocan, representan y sitúan objetos
Responden a:
Cómo es
Relatan hechos, acciones, acontecimientos Qué pasaRepresentan por escrito conversaciones
qué dicen
Dan instrucciones, recomiendan operaciones, indican procedimientos
cómo se hace
Expresan anticipación de hechos
qué pasará
 .
Hacen comprender un temapor qué es asíExpresan opiniones para convencerQué pienso
Qué te parece
Impacta formalmente en el receptorCómo se dice
2 ModelosNovelas y cuentos
Postales y cartas
Catálogos
Guías turísticas
Libros de viaje
Suplementos semanales
Reportajes
Diarios
Noticias periodísticas
novelas y cuentos
Cómics
Rondallas
Textos de historia
Biografías, Memorias, Dietarios.Diarios
Manuales de idiomas
Diálogos de cuentos y novelas
Piezas teatrales
Entrevistas
Debates y mesas redondas
Instrucciones  uso
Primeros auxilios
Recetas de cocina
Publicidad
Normas de seguridad y legales
Campañas preventivas
Previsiones meteorológicas
Prospecciones socioeconómicas y políticas
Programas electorales
Horóscopos
Libros de texto
Libros y artículos divulgativos
Enciclopedias
diccionarios
Artículos de opinión.
Crítica de prensa
Discursos
Publicidad
Ensayos

 Publicidad
Poesía
Literatura popular
Creación literaria
3. Elementos lingüísticosAdjetivos
Complementos nominales
Predicados nominales
Adverbios y preposiciones de lugar
Figuras retóricas
Verbos de acción
Variedad de tiempos
Conectores cronológicos Sustantivos
Adjetivos
Adverbios lugar
Frases breves
Yuxtaposición y coordinación
Diversidad de entonación
Interjecciones, interrogaciones, elipsis
Onomatopeyas
Deíxis, rutinas
Oraciones imperativas
Perífrasis verbales de obligación
Segunda persona
Conectores de orden
Signos de puntuación (topos y números.)
Verbos en futuro
Conectores temporales
Adverbios de probabilidad y locuciones (tal vez, quizá)
Subordinación
coordinación
Conectores explicativos
Conectores de causa y consecuencia
Conectores ordenadores
Parecidos a los explicativos
Silogismos,razonamiento
Figuras retóricas
Repeticiones
Juegos de palabras.
Imperativos
4. EstructuraPresentación genérica
Detallismo con orden
Presentación
Nudo
desenlace
Saludo
Preparación tema
Desarrollo tema
despedida
EsquemaTemporalización
Hipótesis
Argumentos
Conclusiones
Presentación, desarrollo
Conclusión (Resumen)
Semejantes a los explicativosRetóricos
originales sorprendentes
5. RegistrosEstándar
Culto
stándar
Culto
Estándar
Coloquial
EstándarEstándarEstándarEstándar Estándar
Culto
6. Funciones Estándar
Culto
Referencial, poéticaReferencial
Apelativa
Fática
Apelativa
Referencial
ApelativaReferencialApelativaPoética
Apelativa
metalingüística


En el blog www.apuntesdelengua.com encontrarás un interesante ejercicio autocorrectivo para identificar los distintos tipos de textos (hot potatoes). 
Pincha aquí.

lunes, 24 de septiembre de 2012

2º DE ESO: DOS HISTORIAS Y UN BREVE POEMA DE JORGE BUCAY


EL ELEFANTE ENCADENADO

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?

Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía creía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...



GALLETITAS


A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.
Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.
Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente.
La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.
Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita.
La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.
El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.
Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. " No podrá ser tan caradura", piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.
Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.
- Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.
- De nada - contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.
El tren llega.
Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: " Insolente".
Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas... ! Intacto!.


QUIERO

Quiero que me oigas, sin juzgarme.
Quiero que opines, sin aconsejarme.
Quiero que confíes en mi, sin exigirme.
Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mi
Quiero que me cuides, sin anularme.
Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mi.
Quiero que me abraces, sin asfixiarme.
Quiero que me animes, sin empujarme.
Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mi.
Quiero que me protejas, sin mentiras.
Quiero que te acerques, sin invadirme.
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten,
que las aceptes y no pretendas cambiarlas.
Quiero que sepas, que hoy,
hoy podés contar conmigo.
Sin condiciones.

jueves, 20 de septiembre de 2012

2º DE BACHILLERATO: UN TEXTO CIENTÍFICO



EL BOSÓN DE HIGGS

JAVIER SAMPEDRO, EL PAÍS, 4-7-2012


El bosón de Higgs no solo era la pieza final que faltaba para rematar el Modelo Estándar de la física de partículas —la tabla periódica del mundo subatómico—, sino que también ha sido el centro neurálgico de casi todas las especulaciones sobre el Big Bang desarrolladas en las últimas décadas. El mote de “partícula de Dios” que le endosó el premio Nobel Leon Lederman se debe a este papel central en el origen de todas las cosas, o en el bang del Big Bang, en palabras del físico teórico Brian Greene.

Como cualquier otra cosa en la mecánica cuántica —la física de lo muy pequeño—, el bosón de Higgs tiene una naturaleza dual: es a la vez una partícula y un campo ondulatorio que permea todo el espacio. El lector no debe preocuparse si esto le resulta difícil de entender: también le pasó a Einstein en 1905, cuando propuso que la luz —hasta entonces un campo por el que se propagaban las ondas electromagnéticas— debía consistir también, de algún modo, en un chorro de partículas, los ahora familiares fotones.

Y la generalización de esta esquizofrenia cuántica a todas las partículas elementales, la teoría de la dualidad onda-corpúsculo, estuvo a punto de arruinar la tesis doctoral y hasta la carrera entera de su formulador, el príncipe Louis-Victor Pierre Raymond de Broglie, séptimo duque de Broglie y par de Francia, que pese a ello, y al igual que Einstein, acabó recibiendo el premio Nobel por su idea descabellada. Cuando una teoría contraria a la intuición humana explica todos los datos conocidos y predice los que aún no se conocen, la equivocada no suele ser la teoría, sino la intuición humana.

Así que el bosón de Higgs, la partícula que acaban de detectar en el CERN, es también un campo de Higgs que permea todo el espacio. Según la cosmología moderna, ese campo es un residuo directo del Big Bang. El campo de Higgs fue la primera cosa que existió una fracción de segundo después del origen de nuestro universo, y la que explica no solo las propiedades de este mundo —como la masa exacta de todas las demás partículas elementales—, sino también su mera existencia.

El campo de Higgs fue el hacedor del bang, o de la inflación formidable que convirtió un microcosmos primigenio de fluctuaciones cuánticas en el majestuoso cielo nocturno que vemos hoy. Cada galaxia, y cada supercúmulo de galaxias, nació como un grumo microscópico en la jungla cuántica que ocupó el lugar de la nada en el primer instante de la existencia, como una ínfima fluctuación en la Bolsa de valores del vacío, amplificada hasta el tamaño de Andrómeda o de la Vía Láctea por la vertiginosa expansión —o inflación— del universo impulsada por el campo de Higgs.

El superacelerador del CERN en Ginebra, la verdadera catedral de la ingeniería y el conocimiento de nuestro tiempo, es el último paso de un viaje hacia atrás en el tiempo que emprendieron los físicos en la primera mitad del siglo XX. El universo era en su origen muy pequeño y denso en energía, y luego empezó a expandirse, y por lo tanto a enfriarse, en un proceso que sigue en marcha hoy mismo, y que además está acelerando. Cada nuevo acelerador, con sus colisiones cada vez más energéticas —más calientes— emula al universo primigenio en una fase cada vez más primitiva en su evolución inicial.

El principal objetivo de la física teórica contemporánea es unificar las cuatro fuerzas fundamentales (nuclear fuerte, nuclear débil, electromagnética y gravitatoria) bajo un único y profundo marco teórico, la “teoría del todo” que Einstein persiguió sin éxito durante los últimos 30 años de su vida.

El acelerador de Ginebra nos acerca más que nunca a la época remota en que todas las partículas y todas las fuerzas eran iguales, en que los campos de fuerza estaban evaporados. El campo de Higgs fue el primero en condensarse, y ello eliminó en cascada la simplicidad del universo primitivo: las partículas elementales adquirieron distintas masas, y también los bosones (como el fotón) que transmiten las fuerzas elementales, con lo que la única fuerza primordial se separó como las lenguas en la Torre de Babel.

El bosón de Higgs: una casi nada que lo explica casi todo.


1. Resume el texto anterior.

2. El texto anterior es de tipo científico-técnico. ¿Por qué?

3. Analiza este texto desde el punto de vista de los elementos y las funciones de la comunicación.

4. ¿Qué características lingüísticas tiene?

5. Selecciona cinco tecnicismos y busca su definición en Internet.


miércoles, 19 de septiembre de 2012

2º DE ESO: "TÚ Y YO" DE NICCOLÓ AMMANITI




La noche del dieciocho de febrero de dos mil me acosté temprano y me dormí enseguida, pero a media noche me desperté y ya no pude conciliar el sueño.
A las seis y diez, tapado hasta la barbilla con el edredón, respiraba por la boca.
La casa estaba en silencio. No había más ruidos 
que el de la lluvia batiendo contra la ventana, el que hacía mi madre en el piso de arriba yendo y viniendo del dormitorio al cuarto de baño, y el del aire que entraba y salía por mi tráquea.
No tardaría mi madre en venir a despertarme para llevarme con los otros.
Encendí la lámpara con forma de grillo que tenía en la mesita. La luz verde pintó un rincón de cuarto en el que se veía la mochila llena de ropa, el chaquetón y un bolso con las botas y los esquís.
Entre los trece y los catorce años di un estirón tremendo, como si me hubieran dado abono, y superé en altura a todos los de mi edad. Mi madre decía que me habían estirado dos caballos de tiro. Me pasaba un montón de tiempo ante el espejo, mirándome la piel blanca llena de pecas, el vello de las piernas. En la cabeza me crecía una mata de pelo castaño entre la que asomaban las orejas. La pubertad había remodelado mis facciones y me separaba los ojos verdes un narizón enorme.
Me levanté y metí la mano en el bolsillo de la mochila, apoyada junto a la puerta.
–La navaja está. Y la linterna. Todo –dije en voz baja.
Los pasos de mi madre en el pasillo. Debía de llevar los zapatos azules de tacón alto.
Me metí en la cama, apagué la luz y fingí que dormía.
–Lorenzo, arriba, que es tarde.
Alcé la cabeza de la almohada, me froté los ojos.Mi madre subió la persiana.
–¡Qué día tan horrible!... Esperemos que sea mejor en Cortina.
La luz tétrica del alba dibujaba su fina silueta. Se había puesto la falda y la chaqueta gris que usaba en las ocasiones importantes. El suéter de cuello redondo. Las perlas. Y los zapatos azules de tacón alto.
–Buenos días –dije bostezando, como si acabara de despertar.
Mi madre se sentó en la cama.
–¿Has dormido bien, cielo?
–Sí.
–Voy a prepararte el desayuno... Tú, mientras, lávate.



PUEDES LEER MÁS PINCHANDO EN ESTE ENLACE

2º DE BACHILLERATO: TEXTO DE MARIO VARGAS LLOSA





LEE EL SIGUIENTE FRAGMENTO DE UN ARTÍCULO DE MARIO VARGAS LLOSA PUBLICADO EN "EL PAÍS" CON EL TÍTULO "MÁS INFORMACIÓN, MENOS CONOCIMIENTO"

               "No es extraño, por eso, que algunos fanáticos de la Web, como el profesor Joe O'Shea, filósofo de la Universidad de Florida, afirme: "Sentarse y leer un libro de cabo a rabo no tiene sentido. No es un buen uso de mi tiempo, ya que puedo tener toda la información que quiera con mayor rapidez a través de la Web. Cuando uno se vuelve un cazador experimentado en Internet, los libros son superfluos". Lo atroz de esta frase no es la afirmación final, sino que el filósofo de marras crea que uno lee libros sólo para "informarse". Es uno de los estragos que puede causar la adicción frenética a la pantallita. De ahí, la patética confesión de la doctora Katherine Hayles, profesora de Literatura de la Universidad de Duke: "Ya no puedo conseguir que mis alumnos lean libros enteros".

               Esos alumnos no tienen la culpa de ser ahora incapaces de leer Guerra y Paz o El Quijote. Acostumbrados a picotear información en sus computadoras, sin tener necesidad de hacer prolongados esfuerzos de concentración, han ido perdiendo el hábito y hasta la facultad de hacerlo, y han sido condicionados para contentarse con ese mariposeo cognitivo a que los acostumbra la Red, con sus infinitas conexiones y saltos hacia añadidos y complementos, de modo que han quedado en cierta forma vacunados contra el tipo de atención, reflexión, paciencia y prolongado abandono a aquello que se lee, y que es la única manera de leer, gozando, la gran literatura. Pero no creo que sea sólo la literatura a la que el Internet vuelve superflua: toda obra de creación gratuita, no subordinada a la utilización pragmática, queda fuera del tipo de conocimiento y cultura que propicia la Web. Sin duda que ésta almacenará con facilidad a Proust, Homero, Popper y Platón, pero difícilmente sus obras tendrán muchos lectores. ¿Para qué tomarse el trabajo de leerlas si en Google puedo encontrar síntesis sencillas, claras y amenas de lo que inventaron en esos farragosos librotes que leían los lectores prehistóricos?
               La revolución de la información está lejos de haber concluido. Por el contrario, en este dominio cada día surgen nuevas posibilidades, logros, y lo imposible retrocede velozmente. ¿Debemos alegrarnos? Si el género de cultura que está reemplazando a la antigua nos parece un progreso, sin duda sí. Pero debemos inquietarnos si ese progreso significa aquello que un erudito estudioso de los efectos del Internet en nuestro cerebro y en nuestras costumbres, Van Nimwegen, dedujo luego de uno de sus experimentos: que confiar a los ordenadores la solución de todos los problemas cognitivos reduce "la capacidad de nuestros cerebros para construir estructuras estables de conocimientos". En otras palabras: cuanto más inteligente sea nuestro ordenador, más tontos seremos."
1. ¿Cuál es la TESIS de este artículo de Mario Vargas Llosa?

2. El artículo cita a distintos autores. Busca información en Internet sobre uno cualquiera de ellos.

3. ¿Cómo valoras el lenguaje de este artículo desde el punto de vista comunicativo? 

4.  En el texto se utilizan  términos cultos y términos  coloquiales. Selecciona dos ejemplos de cada caso.

5. Expresa brevemente (en unas cinco líneas) tu opinión sobre las ideas del texto. 


ARTÍCULO COMPLETO DE MARIO VARGAS LLOSA

lunes, 17 de septiembre de 2012

2º DE BACHILLERATO: "SÚBDITOS O CIUDADANOS" DE FERNANDO VALLESPÍN


EL PAÍS, 13-9-2012

Por valernos de una metáfora de T. Hobbes referida a la Revolución Inglesa, si los tiempos se midieran por su intensidad en términos de altura o bajura, hoy estaríamos en España en “el más alto de todos los tiempos” desde la Transición. Pocas veces nos hemos enfrentado a una coyuntura tan difícil y, lo que es peor, con tan pocos recursos para superarla. La sociedad española aborda la salida a la crisis en una clara situación de dependencia respecto a Europa, con soberanía demediada, profundamente fragmentada en su dimensión territorial, alienada respecto a su clase dirigente, y con una población desilusionada al borde de la depresión colectiva. Variables todas que, al final, es posible que sean casi más sustanciales que los propios recursos económicos.

Por todo ello es muy importante que no nos equivoquemos a la hora de formular el diagnóstico sobre cómo hemos llegado hasta aquí y sepamos ponderar con mesura la atribución de responsabilidades. Es bien sabido que hoy la sensación dominante es que la clase política ha sido la causa principal de todos nuestros males. Por muchas razones, muchas de ellas fundamentadas. Pero a este sentimiento le faltaba un relato, una narrativa en la que encajara nuestra sensación de haber sido engañados por los políticos y otras élites “extractivas”. De ahí el éxito del estupendo artículo de César Molinas publicado en estas páginas. Con independencia de su conclusión, que es discutible, es la historia que ansiábamos escuchar porque en gran medida contribuye a aliviar la sensación general de impotencia ofreciéndonos un chivo expiatorio perfecto. Y no cabe duda de que lo consiguió con gran eficacia. Ya podemos dormir tranquilos, estamos donde estamos por culpa de los políticos y otros grupos codiciosos. Ya tenemos al culpable. Descansen.

La cuestión que permanece abierta y sobre la que me gustaría llamar la atención es que esa maldita clase política parece que nos había sido impuesta, como si nosotros no la hubiéramos votado, halagado y facilitado en su afán depredador. Como si no hubiéramos sido cómplices. Sí, ya sé que esto no me va a hacer muy popular, pero lo reitero. Nos comportamos como si hubiéramos sido sus rehenes menores de edad a quienes ella manipuló como a niños, como si fuéramos súbditos en vez de ciudadanos.

¿Acaso no se eligió a destajo a candidatos imputados de corrupción? ¿Es que no prevaleció el sectarismo sobre la ética pública? ¿Qué atención merecieron las múltiples denuncias de cuanto iba pasando, porque haberlas las hubo a mares? ¿No demandábamos todos, por ejemplo, que el AVE pasara por nuestra capital de provincia? ¿Alguien se preguntó alguna vez de dónde salía el dinero para tanta obra faraónica? Siempre con las excepciones de rigor, claro.

No, no fuimos una sociedad vigilante. Fuimos ciudadanos distraídos, autosatisfechos y sectarios, poco proclives a que nos estropeara la fiesta la atención a nuestra dimensión ciudadana. Mientras los políticos nos ofrecían prebendas aquí no chistaba nadie. Ahora que nos las quitan son todos unos depravados. Nunca nos gustaron, es verdad, porque somos una sociedad apolítica, es la cultura política que heredamos del franquismo. La Encuesta Social Europea refleja que España, junto con Portugal, es el país donde menos interesa la política, solo muestra algún interés en torno a un 30% de la población, algo que ratifica el CIS. Y en las muestras de compromiso político solo puntuamos alto en la variable de las manifestaciones. O sea, que somos ciudadanos reactivos, que se movilizan puntualmente cuando se les toca algún interés específico, pero que luego se desconectan con la misma facilidad con la que se ven impelidos a salir a la calle.

El cambio de perspectiva comenzó poco antes de que se hiciera visible el Movimiento 15-M, que pareció significar un renacimiento de nuestra ansia por sentirnos ciudadanos activos. Incluso con el sorprendente efecto, detectado en las encuestas, de propiciar un acuerdo mayoritario en la población sobre su enjuiciamiento de la política. Pero casi inmediatamente votamos como siempre y a los de siempre. Ligerísima subida del voto en blanco y nulo. Eso es todo. Fantástica contradicción. Y hay que agradecerles a quienes entonces se movilizaron que al menos supieran sacarla a la luz.

¿Por qué no construir un relato también sobre nuestra incompetencia ciudadana, sobre nuestra facilidad para no asumir las responsabilidades propias? No sigamos haciéndonos trampas en el solitario. En una democracia madura no basta con exigir responsabilidades, hace falta también que nos hagamos cargo de cuanto esté en nuestras manos. Es posible que haya llegado el momento de abandonar nuestra condición de súbditos cabreados y convertirnos al fin en ciudadanos críticos y constructivos.