Antonio, padre de Roberto, un niño de 8 años, sale conduciendo por la autopista A-3, rumbo a Valencia, desde su casa en Madrid.
Roberto va con él. En el camino se produce un terrible accidente: un camión, que venía en sentido contrario, se salta la mediana de la autopista y choca frontalmente con el coche de Antonio.
El impacto brutal mata instantáneamente a Antonio, pero Roberto sobrevive, aunque con gravísimas lesiones.
Una ambulancia llega casi de inmediato, avisada por unos testigos, y traslada a Roberto a un hospital de Valencia.
Nada más llegar, los médicos de urgencias comienzan a atender a Roberto de inmediato, pero después de estabilizar al niño y de intercambiar opiniones con otros médicos, deciden que no pueden salvar por sí solos la vida de Roberto, porque requiere una cirugía muy especializada. Necesitan consultar con distintos cirujanos, pero conscientes del peligro de trasladar al accidentado, deciden dejarlo internado allí en Valencia.
Después de las consultas pertinentes, se comunican con un Hospital Infantil de Madrid y se ponen en contacto con una eminencia en el tema, a quien exponen los gravísimos problemas médicos del niño. Todos están de acuerdo en que Roberto siga hospitalizado en Valencia, porque un taslado podría acabar con su vida, por lo que la eminencia decide viajar directamente desde Madrid hasta allí.
Cuando finalmente llega al hospital, uno de los médicos valencianos le pregunta: "¿Está usted en condiciones de operar al niño?
La respuesta no se hace esperar: "!Cómo no lo voy a operar, si es mi hijo!"
Bien, hasta aquí la historia. Ahora es tu turno. Tienes que adivinar si esa respuesta tan sorprendente es cierta o falsa. ¿Por qué esa eminencia médica de Madrid ha dado esa repuesta? ¿Acaso está tratando de gastar a todos una broma pesada? ¿Qué piensas tú al respecto?
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